EL PEQUEÑÍN TONTÍN

Es temprano, me encuentro completamente agotado, visitamos un campo cercano, en bicicleta viajamos, lo hicimos lento, muy lento y llegamos sin contratiempos. Queriamos revisar como se encontraba la casa-parroquial (de parrón, no de parroquia), para desarrollar en sus depedencias alguno que otro evento masivo que nos permitiese reunir lolas y amigas y tener largas y distendidas sesiones de sexo casual en las grandes praderas que colindan con el lugar. Seria hermoso, un acto puro y natural de nuestra madre tierra en combinación con nuestros cuerpos de carne y sudor. Un gran acto de amor humano y vegetal..... y espiritual..... y la huevada que se les ocurra tambien. Y parecía ser perfecto, pero no, no lo fue, el lugar era un asco, tres años abandonado, olor pestilente (pa no decir "pasao a mierda"), malesa en abundancia y un par de perros galgos amarrados a un arbol, amarillos de hambre (como los chinos). Así es, el lugar no era apto para ni un eventual paseo, ni menos para sesiones multiples de copulación. Desechada la posibilidad, nos retiramos del lugar, no en más cuando ya cerrabamos los portones de entrada, descubrimos a un pequeño niño que jugaba en los alrededores, grande fue nuestra sorpresa al percatarnos que el pequeñin era completamente idiota y mostraba claros sintomas de deficiencia mental. Nos acercamos y le preguntamos que buscaba en el lugar, acto seguido el niño vomito, y luego rió, yo lo tomé como una falta de respeto, cogí una gruesa vara de madera y la azoté contra su espalda, acto que repetí casi 20 veces, luego de eso, desnudamos al pequeño y lo hicimos correr tan rapido como pudiera entre la zarzamora. El niño termino en un pequeño riachuelo, completamente ensangrentando, desnudo y muerto. El niño de la historia es el que ven en la foto contigua, al que fotografiamos para guardar un recuerdo de la esencia de la mierda. Lo siento mucho, ya no soy una buena persona. Saludos. Adios