viernes, septiembre 02, 2005

CLARITA "LA NENA QUE PASÓ"

Paulatinamente sentí cómo empecé a sentir una indiferencia cada vez mayor por las mujeres. Veía cómo poco a poco mis amigos estaban cada vez más interesados en el tema, mientras yo seguía obsesionado solamente por las peliculas y los partidos de futbol. Ya tenía decidido que iba a hacer la carrera de Comunicación y todo lo que me distrajese de este tema era perder el tiempo. Era un buen estudiante, chico formal que apenas salía de casa. Tenía toda la pinta de llegar a ser el típico solterón que viviría siempre con mi madre y cuidaría de ella cuando fuese una ancianita. Pero lo que yo no esperaba es que en mi segundo año en el Instituto conocería a Clarita. Ella era una chica estupenda, y muy buena estudiante. Físicamente no era gran cosa, pero teniendo en cuenta que yo tampoco lo era y que el magnetismo de mis ojos pardos se había eclipsado, subconscientemente empecé a pensar que ella era lo que yo necesitaba. Poco a poco nuestra amistad fue a más. Al principio sólo nos juntábamos para cosas banales, pero poco a poco empezamos a ir un poco mas allá. Yo sabía que ella no era virgen, y el hecho de que ella diese por hecho que yo sí, me asustaba. Después de mi primera penosa experiencia jamás había dado un beso a ninguna chica. Pero un día después de un café, con bastantes nervios, le declaré mi amor y ella me besó ilusionadamente. Esa noche me fui para casa sintiéndome la persona más feliz del mundo, paso seguido me mande las mas grande... que recuerde. Y no fue hasta dos meses más tarde que yo perdí mi virginidad en su casa, un sábado que sus padres habían ido al teatro (¿al teatro?, que falsooooooo). Aún recuerdo cómo me temblaban las piernas. A decir verdad no fue algo apoteósico, pero a mí me gustó. No en vano, muchas veces me acuerdo de ese momento. Pero lo que más me desagradó fue la manera en que me hablaba mientras nos vestíamos. Se comportaba con tanta naturalidad y dándole tan poca transcendencia al hecho de que habíamos hecho el amor, que yo empecé a dudar si eso no sería algo natural en ella. Por otra parte yo tenía cierta imagen angelical suya que me hacía desechar esa idea. Cuanto más loco me volvía por ella más cuenta me daba de que era mucha mujer para mí. Supongo que interiormente se reiría cada vez que yo soñaba en voz alta sobre el matrimonio, los hijos, el hogar. Y cuanto menos me imaginaba llegar a tener algo serio con ella más me esforzaba en conseguirlo. La verdad es que yo nunca tuve la sensación de ser su novio. Nunca me sentí seguro con ella. Muchas veces pensé si por su parte hubo algo más que morbo o llegó a quererme alguna vez. Lo único que sé es que un sábado por la noche que me dijo que se encontraba enferma fui a verla a su casa sin avisarla y vi cómo despedía a un muchachon que yo no conocía con un apasionado beso. Me fui a casa destrozado al mismo tiempo que liberado. Por fin sabía que yo no me equivocaba. Había estado jugando conmigo desde el principio. Después de hablar con ella reconoció que llevaba con este chico algún tiempo, e incluso la atraia antes de conocerme. No se querían, pero se veían esporádicamente. Descubrí que eso era lo que aspiraba de un hombre: amistad y sexo y cualquier palabra que se pareciera a compromiso la horrorizaba. Yo me refugié más en mi interior o más en mi maquina de escribir con pantalla y mouse, que al fin y al cabo era lo mismo. La última noticia que tuve de ella era que vivía feliz con su marido y dos hijos en un precioso chalet a las afueras de Viña del Mar. Ahoro tómo leche, miro el televisor y escribo con ganas por el año que deje botado a mi querido amigo seudo-escritor. Algunos nombres y lugares han sido cambiado para protegerme de posibles querellas o demandas. Eso. Gracias.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tranquilo, esos son procesos que hay que vivir, y que te hacen crecer y madurar.
A mi me paso algo parecido, de hecho , mas que parecido, casi lo mismo, pero lo que yo hice fue adaptarme a las circunstancias y obtener un probecho de ello, si te dan la oportunidad de mantener una relación basada solo en lo carnal y sin ningún tipo de compromiso, aceptalo, que mejor , somos jovenes y ya habrá tiempo para el compromiso y el amor.
Me despido , ya que se hacerca mi esposa y si ve que estoy escribiendo estas chingadas , seguro me pide el divorcio.