jueves, septiembre 01, 2005

Conduciendo pal señor Alberto

Antes de comenzar con las historias de mi triste pueblo, voy a escribir algo que me pasó por ahí a principio de año. Acá va.
DIA 1
No sé en que minuto pasé de soñar con ser un escritor de cine a ser el chofer de turno de Alberto Fuguet, y tambien de su nutrido grupo de secuacillos artistas. A ver, bueno, sí, en realidad si sé cuando pasó, ayer, cuando acepté viajar a las dos de la madrugada para manejar una van en la ciudad mas grande de Chile y con en el tráfico mas odiado. Si, depositaron la confianza en un inexperto chofer que solo circulaba en ciudades pequeñas, comodas, honestas y de tierra en su mayoria. Llegué de intrúso, pidiendo permiso, pero de intrúso, y fui bien recibido, como pocas veces; incluso mas por el sector femenino que el masculino, ese sector siempre tan reticente a que el hombre sureño de buen vestir y mal hablar venga a la ciudad a acostarse con su mujer metropolitana. Pero en general, el equipo de la pelicula Se Arrienda es un amor, yo tambien trato de serlo, me ofrecí para lavar los autos al final del día. Solo tengo palabras de agradecimiento con la producción de esta gran obra de arte que esta alumbrando bajo mis calidos ojos pardos. (lo último puede ser de lo mas maricón que he escrito en el ultimo tiempo) Ya es tarde, tengo el cuerpo con calambres y quiero comer camarones, o sea no, macarrones, eso quiero comer. Si, ¿son buenos los macarrones cierto? Suerte a todos y hasta que me de la gana.

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